Los beneficios de la lactancia materna también llegan a la salud oral.
El ejercicio que supone para el bebé obtener su alimento fortalece la musculatura perioral, el desarrollo armónico de la mandíbula y una respiración adecuada.
Todo esto contribuye a favorecer una óptima salud bucodental en el futuro del bebé.
– Al succionar el pecho, el bebé favorece el crecimiento de la mandíbula preparándola para las etapas de crecimiento siguientes.
– El crecimiento inadecuado de la cara afecta la respiración. Una respiración inadecuada influye en el sueño, la memoria y la concentración.
– La posición de los labios al pezón favorece el desarrollo perioral y la posterior pronunciación de los fonemas.
– Todos los músculos faciales se fortalecen durante los intervalos de succión.
– La dinámica de la cadena neuromuscular relacionada con la respiración, masticación, deglución y fonación, depende de dar de mamar. Todos los sistemas musculares están interconectados.
– Al dar de mamar, el bebé va aprendiendo a tragar y respirar adecuadamente.