¿Qué es una endodoncia?

La endodoncia o tratamiento de conductos dentarios (“quitar/ matar el nervio”) es aquel procedimiento mediante el cual se retira la pulpa afectada (nervio dental) con instrumentos específicos denominados limas. Después, los conductos se limpian y rellenan con un material sellador. De este modo, conseguimos mantener en boca dientes que se habían afectado por grandes caries o un traumatismo dental, evitando así la extracción (quitar el diente).

Conoce mas sobre la endodoncia

Cuando la pulpa dental (nervio) se inflama o se infecta. Esto puede ocurrir por varias causas: caries profundas, traumatismos, fracturas dentales, u otros procesos patológicos que puedan afectar al diente.
A veces, también está aconsejado en dientes que van a ser cortadas para la posterior colocación de coronas o puentes fijas, si hay una patología previa o se prevé que pueda haberla posteriormente.

Señales de una pulpa dañada: dolor, sensibilidad prolongada al frío o calor, cambios de coloración del diente, inflamación de encías o tejidos alrededor del diente. A veces, no hay síntomas.

No todos los dientes son iguales. Hay dientes que tienen un nervio, otros dos y otros incluso tres.
Dependiendo de la situación clínica, la dificultad del caso y otros parámetros, siempre a juicio del profesional, puede realizarse en una, dos o tres sesiones.

En algunos casos se requerirá tomar antibiótico. El profesional solo lo prescribirá en caso de ser necesario.

En general, es un tratamiento prácticamente indoloro, puesto que hoy en día disponemos de anestésicos locales muy eficaces y tecnología avanzada. Además, estamos especializados con la materia y planificamos cada caso de forma individualizada.
Acabada la endodoncia, y pasado el efecto de la anestesia, puede aparecer dolor o una molestia al masticar durante algunos días y debida a la irritación del tejido periodontal que rodea la raíz. En estos casos, tendrá que tomar medicación para aliviar los síntomas

Solo intentar no comer alimentos muy duros por el lado del diente tratado hasta la realización de la restauración definitiva (empaste). En la mayoría de los casos se coloca un empaste provisional al acabar la endodoncia, que cambiaremos por el definitivo generalmente a los 7-10 días y siempre dependiendo de la evolución de la endodoncia.

Por la cantidad de tejido dentario afectado y por las fuerzas que soporta el diente, con el paso del tiempo, puede debilitarse y sufrir fracturas tanto del propio diente como de la raíz. La propia endodoncia debilita al diente porque al quitar el nervio, la pieza queda muerta. Es por eso que a estos dientes, se les pone poste o pernos. A veces, incluso es necesario colocar una corona dental (funda).

Sí. Cada seis meses o una vez en el año (dependiente del consejo del profesional), puesto que este diente requiere el mismo cuidado que los demás en cuanto a higiene, prevención y revisiones, para evitar la aparición de nuevas caries u otros factores que puedan afectar este diente o los otros. Puesto que la presencia de filtraciones bacterianas o fracturas son la causa del 10% de las endodoncias falladas

Puede aparecer un flemón (inflamación de la encía) o fístula (con pus); así como aumentar el tamaño de la caries, producirse un quiste o romperse el diente.

La alternativa a la endodoncia es la extracción. Su dentista le aconsejará si aprecia oportuno realizar la endodoncia o no, siempre teniendo en cuenta que nuestra prioridad, siempre que sea posible, es mantener su diente, puesto que no hay nada mejor que nuestro propio diente.
En caso de extraer el diente, se plantean dos posibilidades para llenar el agujero: realizar un puente o un implante.

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